El pasado 5 de agosto fue un día aciago para Joan Sastre y Sergio Buenacasa. Concentrados con la plantilla en el stage de pretemporada Benahavís, Málaga, vieron como su preparación se interrumpía por sendas lesiones que les han tenido de baja durante el mismo periodo tiempo: 87 días.
Aquel día, Joan Sastre paró por unas molestias en la rodilla que venía arrastrando durante toda la pretemporada y que se reflejaban con un fino vendaje justo por debajo de la zona afectada. Fue durante la sesión matinal previa al partido contra el Cádiz CF correspondiente al Trofeo Ciudad de La Línea cuando el lateral derecho, acompañado por el cuerpo médico, decidió parar y encaró un tramo amargo alejado del verde.
Ese mismo día, Sergio Buenacasa también se topó con la parte más desagradable del fútbol. Apenas llevaba minutos sobre el terreno de juego y notó crack en su pie derecho. Un día después, ya instalado en un hospital de Barcelona, se le diagnosticó una lesión en el quinto metatarsiano del pie derecho y un periodo de baja de entre 10 y 12 semanas. Ya recuperado y con la alegría del debut goleador de ayer, el delantero recuerda esos malos momentos: "No ha sido fácil por el hecho de llegar a un club nuevo y encontrarme con ese bache de la lesión en plena pretemporada...pero bueno he superado los pasos, he llegado un poco antes de lo que me marcaba la lesión". Buenacasa apela a la magia del fútbol para explicar sus sensaciones al volver y marcar: "Volver tras una lesión, debutar con esta camiseta y marcar es algo mágico que tiene el fútbol".
Por su parte, Joan Sastre también tenía un rostro relajado a pesar de la derrota. El lateral no había notado dolor, detalle importante después de un proceso de recuperación con altibajos: "Estoy muy contento, hoy no me ha dolido la rodilla y espero que todo siga así, que ya esté recuperado al cien por cien". Lo suyo no era un debut pero casi, sobre todo después de subir a una montaña rusa de emociones tras el acenso a Segunda y la lesión del verano. Del éxtasis de Anduva a no poder saborear el premio conseguido. Ayer, Son Moix le dedicó una ovación en su regreso a casa: "Son muchas emociones, el último partido aquí fue el del playoff y siempre estoy contento de jugar en Son Moix, que es mi casa". "Soy muy feliz", zanjó con una sonrisa el porrerenc.
Ahora, ambos son parte del equipo y utilizan el mismo discurso cuando hablan de sus opciones de contar para el entrenador: competitividad y trabajo. Sergio Buencasa afirma que "está preparado para la competitividad, para darlo todo en los entrenamientos y en los partidos y luego el míster decidirá". Por su parte, Sastre también asume el reto calcando las palabras de su compañero de equipo: "Siempre estoy preparado para la competitividad, para darlo todo en los entrenamientos y en los partidos y luego el míster decidirá".
Aparte de decidir, Vicente Moreno es el primero en alegrarse por dos retornos que aumentan la competitividad de la plantilla: "A Sergio el gol le vendrá bien y Sastre también es un jugador importante para nosotros, recuperar jugadores siempre es importante".
