El Real Mallorca obtuvo un meritorio y trabajado empate a dos en el difícil campo del Mirandés después de remontar con goles de Sissoko y Javi Ros un marcador de dos a cero en contra antes de la primera media hora de partido. Los mallorquinistas fueron superiores a sus rivales y se merecieron más premio por su intensidad y buen juego, especialmente en la segunda parte.
El partido comenzó con los locales muy juntos y presionando la salida de balón de los de Ferrer. De hecho el encuentro se les puso muy pronto de cara, en el minuto cuatro, cuando Galán peina una falta lateral alojando el balón en la red y poniéndolos por delante en el marcador.
El Mallorca lo intentó y, a pesar de estar incomodo en el campo, enlazó varias jugadas e intentó mantener la posesión del balón. Los del Mirandés continuaban con su presión, especialmente por las bandas y el ritmo del partido se volvió frenético con alternancia en el control, pocos espacios y numerosas imprecisiones. En estos minutos llegaron las mejores ocasiones de los visitantes, Bianchi en el minuto 23 no llegó por poco a un centro lateral de Campabadal y en el 25 Arana escorado y dentro del área envía el balón rozando el poste largo.
Pero cuando más estaba dominando el Mallorca, apenas un minuto después de la ocasión del andaluz, los locales demostraron su efectividad a través de Néstor que aprovecha un mal rechace en el área para adelantar al Mirandés por dos a cero, un resultado injusto por lo visto en el campo.
El partido continuó con las mismas claves, mucho centrocampismo, pocos espacios y ocasiones, hasta que el árbitro dio por terminada la primera parte.
Ya en la segunda, con dos cambios en el descanso, Brandon y Pereira por Company y Arana, el Mallorca salió en tromba y generó varias ocasiones en un par de minutos. En el 46 Campabadal lo intentó desde fuera del área sin problemas para el meta rival. Un minuto después, en el 47, Bianchi no llega por poco a un balón lateral servido por Brandon e instantes después, en el 48, Sissoko engancha otro balón lateral servido por el canterano para, esta vez sí, alojar el balón en la red.
Con dos a uno en el marcador, y a medida que pasaban los minutos, el ritmo y la presión fueron bajando pero los de Ferrer demostraban estar más cómodos en el campo y daban más sensación de peligro que los locales.
Este dominio tuvo sus frutos en el minuto 62 cuando Pereira cambia la orientación del balón y Javi Ros, en el segundo palo y de cabeza, puso el empate a dos en el marcador. El gol despertó a los locales pero también dio alas al Mallorca por lo que el ritmo de juego volvió a ser intenso. La ocasión más clara en estos minutos fue para Javi Ros que, forzado, no pudo definir un mano a mano con el portero local en el minuto 71.
El Mallorca demostró personalidad y en los minutos finales dominó totalmente al Mirandés y en el 83 ni Bianchi ni Brandon llegaron a un muy buen centro lateral de Campabadal que se paseó por el área pequeña. De ahí hasta el final mucho pelotazo buscando las áreas pero sin que se moviera el marcador.
