Íñigo Ruiz de Galarreta está de vuelta. El jugador vasco del RCD Mallorca terminó el encuentro en Vallecas con una gran sonrisa. No era para menos. Más de seis meses después, volvía a sentirse futbolista tras superar su tercera lesión grave de rodilla. "Cuando me han mandado calentar, he intentado calentar rápido, y estar preparado por si me costaba entrar, y he tenido la suerte de tener unos minutos y es una felicidad inmensa" afirmó Galarreta nada más terminar el partido ante el Rayo Vallecano, que finalizó con victoria 0-2 del equipo de Aguirre.
Galarreta se rompió los ligamentos de la rodilla el 20 de febrero, tras recibir una dura entrada de Víctor Ruiz, en el duelo ante el Real Betis. En ese mismo momento ya fue consciente de la gravedad de su lesión. "El día del partido fue un palo fuerte porque desde el primer momento ya sabía lo que había, era algo que había vivido antes y las sensaciones eran muy parecidas". El jugador vasco reconoce que en todo momento ha recibido el apoyo de todo el mundo. "El apoyo de todo el mundo desde el minuto uno ha sido una pasada. Me ha dado muchísima fuerza". Compañeros como el capitán Antonio Raíllo también reconocen que su lesión fue un momento muy duro en el vestuario. "Fue un palo muy grande la lesión de un compañero que estaba haciendo un año espectacular. Por nuestro estilo de juego, Galarreta era súper importante, el enlace entre la defensa y el centro del campo". Gala reconoce que el curso pasado estaba en el mejor momento de su carrera, justo cuando llegó la lesión. "Las lesiones nunca llegan en buen momento, es verdad que estaba disfrutando un montón. Me ha costado mucho poder llegar a Primera División y lo vivido hasta el momento ha sido una pasada", aseguraba el futbolista del RCD Mallorca cuando se encontraba en pleno proceso de recuperación.
Galarreta se trasladó a Pamplona, para estar más cerca de su familia y tratarse en un centro de rehabilitación que conocía de otras lesiones, y en donde encontró el clima perfecto para recuperarse. "A veces, salirse un poco de esa dinámica de grupo viene bien para ciertas cosas. El equipo sale a entrenar al campo y si tú estás allí, se te queda la sensación rara de que tú no puedes". Cuando empezó la pretemporada, Galarreta volvió a entrenar en Son Bibiloni con sus compañeros para preparar el regreso al verde. Un retorno que culminó en Vallecas, en el partido ante el Rayo Vallecano.
